Aplicación de servicio al cliente digital mediante la inteligencia artificial Chatbot.
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Un mundo nuevo y a la vez oscuro

¿Qué es y para qué sirve la IA?

La inteligencia artificial es una disciplina de las ciencias del cálculo e investigación del mundo de la informática y que se remonta a los años 50. Su padre fue Alan Turing con sus ideas sobre la creación de una máquina que pudiera competir con las habilidades humanas e incluso llegó a establecer el conocido como «test de Turing», para poder saber si una máquina y un ser humano, bajo condiciones encubiertas, pudieran ser identificados por un tercero.

Capacidades asociadas a la IA

Las capacidades asociadas a la IA incluyen el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadoras, la toma de decisiones y la resolución de problemas. Estas capacidades permiten a las máquinas mejorar su desempeño a través de la retroalimentación y la experiencia, y les permiten interactuar con los humanos de una manera más natural y efectiva. La IA también puede ser utilizada para automatizar tareas repetitivas y mejorar la eficiencia en diversos sectores, desde la atención médica hasta la gestión de la cadena de suministro.

Cuando se piensa en inteligencia artificial, usualmente se cree en soluciones basadas en ciencia ficción, como podría ser Skynet de la película «Terminator», en donde las máquinas quieren destruir la humanidad, sin embargo la inteligencia artificial es una disciplina que ha convivido con nosotros de hace mucho tiempo y no nos hemos dado cuenta.

El objetivo no es crear máquinas como Skynet, esta visión es totalmente errónea, donde si podemos detectar o encontrar los beneficios de la inteligencia artificial de manera muy palpable es, por ejemplo, en los lectores de huellas digitales que funcionan con algoritmos de reconocimiento de imágenes, reconocimiento de dígitos, como el OCR, o en filtros de SPAM en los correos electrónicos y todavía más común el uso del corrector ortográfico de Word. Todas estas soluciones tienen por detrás una aplicación o un desarrollo de la inteligencia artificial que le permite a la computadora poder tomar una decisión entre los datos que serán no convencionales, dado que no estamos procesando ceros y unos y así brindar una solución.

¿Qué capacidades asociamos a la inteligencia artificial?

La capacidad de reconocimiento de imágenes e interpretación de las mismas, la capacidad de entendimiento de textos, interpretación de sentimientos, comprensión del lenguaje natural e identificación de patrones. También reconocimiento de voz, inclusive respuestas a través de voz. Se pueden ir adosando capacidades a la inteligencia artificial como se nos ocurra, pero estas son las más palpables. En el procesamiento masivo de datos encontramos soluciones de inteligencia artificial como segmentación de clientes, sistemas de recomendación o clasificación de imágenes. Las capacidades se pueden ir desarrollando según la necesidad del negocio o el problema que se quiera resolver.

La Inteligencia  Artificial con El Gaviotu

Aplicaciones prácticas de la IA o su intrusión en nuestra privacidad

La inteligencia artificial tiene aplicación en diversas áreas como salud, financiera, en atención a clientes, en marketing, incluso en agricultura. En marketing, a partir de un volumen de datos que simbolizan las tendencias de consumo de un usuario; la inteligencia artificial nos ayuda primero predecir si un usuario basado en su información histórica es propenso o no a comprar un nuevo producto, lo que vendría siendo la venta cruzada, también es útil para la siguiente recomendación: si ya se compró algo, se asocia a la posibilidad de comprar otra cosa, por ejemplo, se compró un coche. ¿Qué es lo que sigue? Un seguro de coche o una ampliación de garantía.

Se genera una cantidad importante de datos en relación a un comportamiento de un determinado individuo sobre sus hábitos de compra que, en general, son hábitos de consumo: ¿A dónde va?, ¿qué hace?, ¿a qué es proclive?, ¿qué le gusta ver?…y toda esa información se utiliza para analizarla y generar un perfil asociado a ese consumidor o ese individuo. Para el tema de los seguros: si es un perfil propenso al riesgo o adverso al riesgo, esto implica que una aseguradora puede subir o bajar la prima de riesgo asociado a ello, si es una persona que gusta de escalar en montañas, el seguro será más caro de forma natural, que en una persona que es sedentaria, que guste de leer libros y de comer sanamente. Aquí es donde los límites de la libertad individual están entrando en lo que denominamos el riesgo de intrusión por parte de agentes externos.

Un mal llamado caso de éxito

Esto nos lleva a ejemplos que en este momento se están haciendo: un conocido banco de los denominados «sistémicos» tiene un programa en el cual, si se comparten datos acerca de los hábitos diarios, puede afectar la calificación que dan el perfil en cuanto a seguros.

Se pueden anotar de un individuo los hábitos saludables y asociarlos a una mejor calidad de vida, menos propensión a enfermedades o desarrollar enfermedades de cualquier otro tipo, inclusive crónico-degenerativas, no así pasa cuando una persona es desordenada o con malos hábitos, si esto se traslada al índice de siniestralidad de las aseguradores de esas corporaciones, significa muchísimo dinero, este es el ejemplo más claro de cómo se puede hacer un perfil para un producto o servicio que sea atractivo para un determinado tipo de persona, ¿Qué es más atractivo: un seguro de gastos médicos mayores que sea barato y cubra todo o un seguro de gastos médicos mayores que sea caro y tenga exclusiones?

Seguramente la primera opción. Ese supuesto, la cotización y la prima se otorgan basadas en los hábitos en los que se generan todos los días.

Sobre las operaciones con tarjetas de crédito, de puntos o affinity, se pueden obtener lo que compra, consume o intereses una persona, cuándo lo compra, qué es lo que no compra, sus preferencias en moda, ocio y alimentación, y esto es posible cada vez que pasa su tarjeta de crédito, de débito o de fidelización ya que se deja una huella y todo eso se convierte en información que es susceptible de ser procesada y analizada.

«voicebot» y los «chatbots

Con toda esa información recopilada es la que permite que aparezcan los «voicebot» y los «chatbots», son herramientas de inteligencia artificial que permiten una interacción más natural entre las personas y las máquinas. Los «voicebots» se utilizan para interactuar mediante la voz, mientras que los «chatbots» se utilizan para interactuar mediante el texto. Ambos tipos de bots pueden ser programados para realizar diferentes tareas, como responder preguntas, realizar reservas o proporcionar información. A través de esta interacción, es posible que yo como usuario pueda obtener respuestas a dudas, inclusive, a solicitudes de información sobre posibles servicios.

Chat Bot utiliza asistencia virtual robótica de sitios web o aplicaciones móviles.

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