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el Gaviotu de Gijón

Qué es el bable y de dónde viene.

El «bable», nombre que recibe el habla asturiana, está formado con parte de palabras procedentes del primitivo lenguaje de la región, una aportación del latín corrompido y voces importadas del natural trasiego con otras regiones y culturas, en épocas primitivas.

La variedad de Asturias alcanza también al aspecto lingüístico. La afirma­ción de que Asturias es un mosaico dialectal, no resulta en modo alguno exagerada. Distintas zonas geográficas de la región tienen su peculiar modo de expresarse, no obstante percibirse la existencia de rasgos comunes.

Los filólogos encuadran las hablas de Asturias -desde Navia al Deva-­ dentro de un marco más amplio que denominan «dialecto leonés». Pero el dialecto asturiano presenta particularidades autóctonas, tales como la terminación de -es por -as (les fabes) y -en, en vez de -an (cantaben), propias, sobre todo, de la zona central.

A medida que el idioma español aumentaba su acervo, era aceptado por los asturianos como idioma culto, quedando el «bable» relegado, sin enriquecimiento posible, reducido su uso a las gentes humildes, siendo disimulada la rusticidad del habla por la aportación de giros, diminutivos y sustituciones de sonidos fuertes por otros de cadencia más suave, todo ello allegado de forma intuitiva por gentes del campo y de humildes oficios.

Esto hace que la poesía en «bable» tenga cierta musicalidad y gracia siempre que el tema argumental se limite a describir circunstancias de tipo modesto, íntimas y familiares, resultando inadecuada cuando estos temas se elevan a asuntos poco asequibles al vulgo.

El «bable» más puro se conserva en la zona central, recibiendo el de las zonas occidental y oriental, sobre todo la primera de éstas, influencias de las provincias limítrofes. Después hay jergas entre personas practicantes de ciertos oficios, tales como tejeros, caldereros, etc. Son jerigonzas que nada tienen que ver en sus modismos con el «bable», puesto que se trata de variaciones en uso solamente entre gentes que practican un mismo oficio y régimen de vida.

Actualmente, EL Dialecto sólo se encuentra en aldeas de montaña; más esto no quiere decir que en las poblaciones que en poblaciones importantes haya desaparecido toto rasgo dialectal. En Gijón o en Avilés, el visitante no tardará en sentirse atraído por la voz de vendedoras de pescado que pregonan por la calles: ¡ sardines fresquines ! ( sardinas frescas). Incluso en Oviedo podrá oír, en los medios populares, expresiones como los míos fiyos (mis hijo), etc.

Magin Berenguer en su guía turística de Asturias. @1974

Así era y no ha dejado de ser, hasta el momento, el mal llamado » idioma asturianu» o «Llingua».

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